Todos alguna vez nos hemos preguntado si seríamos más felices con más dinero, esta es una pregunta que puede llegar a variar mucho en su respuesta, ya que esta suele depender de muchos factores sociales diferentes por lo que “no tiene sentido asignar una correlación matemática a una variable imposible de cuantificar, como la felicidad”.
Esto es debido a que el dinero es una variable cuantitativa que se puede medir, pero la felicidad es una variable cualitativa que no puede medirse fácilmente, debido a esto es absurdo establecer una relación matemática entre estas dos variables, pero se han hecho estudios cualitativos que sí que han buscado hallar esta respuesta, a pesar de ser bastante general.
La felicidad y el dinero
Si nos basamos en criterios objetivos como el PIB per cápita, la esperanza de vida o el índice de desarrollo humano (IDH), podemos ver que las personas que viven una mejor vida son aquellas que tienen mejores condiciones materiales, si en este sentido el IDH fuera un indicador confiable de la felicidad podríamos decir que si nuestra renta per cápita aumenta tendremos más años de vida, más estudios y por consiguiente más felicidad.
Aunque también hay criterios relativos basados en la percepción de las personas de su propia felicidad, criterios que han demostrado que hay personas que a pesar de no tener mucho capital o que viven en entornos con alto IDH son felices a su manera y aunque desearían tener más dinero, esto les daría más facilidades pero no necesariamente más felicidad.
Otro intento de calcular la felicidad es el índice de FNB, (Felicidad Nacional Bruta), en este se combinan criterios objetivos y subjetivos que buscan medir la felicidad general de la sociedad, pero este no deja de ser un índice general, ya que no estudia a todas las personas de manera arbitraria, sino que se ajusta a una felicidad poblacional general.
¿Mientras más dinero tenemos, más felices somos?
Se ha demostrado que las personas buscan principalmente su comodidad y para ello es necesario alcanzar un mínimo de estabilidad económica, esta se ha determinado que es entre los 75 mil dólares mensuales y los 100 mil dólares mensuales. Una cantidad de ingresos que ayudan a las personas a estabilizarse, cubrir sus necesidades básicas y darle gustos personales sin excesos.
Además, se ha dado a conocer que a partir de estas cifras el aumento de la felicidad es bastante bajo y en muchos casos no suele aumentar sino que se mantiene estable, esto a pesar de poder permitirse más lujos y excesos.
De igual manera esto sigue siendo una conclusión subjetiva que puede ser diferente para cada persona, pero en resumen se ha demostrado que el dinero sí puede garantizar la felicidad, pero no necesariamente que mientras más dinero se tenga, mayor será la felicidad obtenida.